
Strange Fruit: La voz de lucha de Abel Meeropol inmortalizada por Billie Holiday

Escrito por Stefany Inquilla, comisionada de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Billie Holiday (1915-1959) cantó en nombre de la justicia, de la pasión y de la lucha por la conquista de los derechos civiles de los afroamericanos. Por ello, Holiday fue considerada una de las más importantes artistas femeninas del siglo XX. Concretamente, se consolidó como una de las más imponentes influencias del jazz estadounidense.
Por la especial relevancia de su música para la historia del jazz y de los derechos humanos, este artículo de “Arte y Derecho” se ocupará de analizar una de sus producciones musicales más destacadas: Strange Fruit.
Orígenes e impacto
“Strange Fruit” es, originalmente, un poema escrito por Abel Meeropol, el cual denuncia la discriminación racial que sufría la población americana hacia el año 1937. Este poema fue una reacción hacia los ataques que sufrieron Thomas Shipp y Abram Smith, dos jóvenes de 18 y 19 años que fueron torturados y linchados por ser acusados de violación. Esto último ocurrió en el contexto de los linchamientos masivos contra la población afroamericana, la cual era usualmente acusada de haber cometido crímenes aun cuando los testigos directos declaraban no haber sido víctimas. Durante dicha época, de acuerdo con la Iniciativa para una Justicia Igualitaria, más de 4400 afroamericanos murieron linchados por falsas acusaciones.
De allí la razón por la que ‘Strange Fruit’ de Billie Holiday es considerada la mejor canción del siglo XX por la revista Time.
Entre árboles que dan frutos extraños y un grito temprano en contra de la violencia racial
“Strange Fruit” asemeja a un cuerpo negro con un fruto extraño de la naturaleza pura y garante, y presenta a dicho cuerpo como un guro repentino en el panorama paradisíaco. Billie canta: “El olor a carne quemada; aquí hay fruta para que la recojan los cuervos”, refiriéndose a los asesinatos hacia las personas afroamericanas, visibilizando la violencia racial que sufren y dejando en claro la indiferencia del mundo por la grave problemática de segregación racial en Estados Unidos.
Luego de haber sentado el panorama, el poema termina diciendo: “aquí hay una cosecha extraña y amarga”. Así, asemeja de nuevo la muerte por estigmatización de las corporalidades negras a una “cosecha”. Y, como correlato de ello, toda la estructura racista como la “siembra”. Finalmente, el poema, hecho canción, termina esgrimiendo dos características de la muerte, de la falta de derechos y del horror de la violencia: extraña y amarga.
Arte como una herramienta discursiva poderosa: ayer, hoy y siempre
Este poema es un grito por visibilización en un contexto temprano de lucha contra la discriminación racial. Para 1937, la población afroamericana no contaba con plenos derechos civiles reconocidos, pues es recién, con la Ley de Derecho al Voto en 1965, que se logró el reconocimiento de su derecho a la participación política.
Así mismo, otros hitos importantes para lograr el reconocimiento de igualdad y derechos de la población afroamericana se dieron mucho después del lanzamiento de “Strange Fruit”. Por ejemplo, es recién en 1964 que se establece una prohibición expresa de discriminación en la Ley de Derechos Civiles. Además, ya existía un significativo movimiento de resistencia contra los avances que se conquistaban a favor de la igualdad.
La violencia, los asesinatos y la discriminación contra los afroamericanos en espacios políticos, sociales y educativos no se han detenido. Un claro ejemplo de ello es el reciente asesinato de George Floyd en 2020, el cual originó un movimiento mundial reconocido bajo el #BlackLivesMatter.
Por ello, el poema y la canción, “Strange Fruit”, vuelven a cobrar sentido a más de 80 años de su creación, producción y lanzamiento. Así, nos deja una importante lección: el camino y la lucha por la igualdad racial no se han detenido, quedando un camino largo por recorrer.
Derechos humanos de los afrodescendientes en Estados Unidos y en el Mundo
Es tal la importancia a nivel mundial de la igualdad que la Declaración Universal de Derechos Humanos establece, en su primer artículo, que todos nacemos en igualdad, libertad, dignidad y derechos. Así mismo, la mayoría de las constituciones y ordenamientos jurídicos alrededor del mundo reconocen, en mayor o menor medida, el derecho a la igualdad de las personas afrodescendientes.
La igualdad es un presupuesto base para que se garanticen otros derechos humanos como la vida digna, la salud, la educación y el derecho a trabajar en entornos no discriminatorios. Al respecto, Urcola (s.f.) establece lo siguiente:
Los derechos humanos fundamentales pertenecen a todas las personas, sin importar aspectos físicos, culturales o religiosos. En nuestro tiempo debemos ser conscientes de que “establecer diferencias” hace que la humanidad retroceda, se estanque y no avance. La voluntad universal debe ser la de exigir igualdad, respeto y compromiso. Este es el único camino para disolver brechas y para garantizar que todas las personas afrodescendientes y no afrodescendientes puedan gozar de todos sus derechos.
De ese modo, existe un reto aún más grande que el reconocimiento legislativo o convencional de la igualdad: trasladar una verdadera defensa de los derechos humanos de las personas afrodescendientes.
Conclusión
“Strange Fruit” no solo es un poema caracterizado por un impecable uso de figuras literarias, es un grito de lucha contra la violencia. Holiday nos canta una realidad escondida, visibiliza, en un mundo que muchos estimaban correcto, un fruto extraño: la discriminación, la muerte y la segregación racial.
Hoy, esta producción musical y poema aún nos resultan relevantes para analizar la problemática de discriminación estructural que continúa perjudicando a incontables seres humanos afrodescendientes.
¡Para comprender la lucha, hay que cantar!
Referencias
Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos. (s. f.). Los derechos de los afrodescendientes. https://www.cipdh.gob.ar/los-derechos-de-los-afrodescendientes/
Robertson, L. (1989). Lady Day at Emerson’s Bar & Grill. New York: S. French.
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