De las ruinas de la guerra a la promesa de la paz: A 80 años de la fundación de la ONU
Escrito por Stefany Inquilla, comisionada de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Un día como hoy, 24 de octubre, se fundó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la organización intergubernamental con mayor alcance e injerencia en el mundo. Esta articula a 193 países signatarios para la promoción y defensa de los derechos humanos, la ayuda humanitaria y la paz mundial; y, a través de sus diferentes programas y la reciente asunción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como parte de la Agenda 2030, ha consolidado su importancia internacional. No obstante, en un contexto dominado por relaciones internacionales deterioradas, una guerra entre Rusia y Ucrania y el genocidio en Gaza, la ONU ha sido blanco de cuestionamientos. Por ello, hoy, a 80 años de su creación, vale preguntarnos: ¿realmente está logrando su cometido?
Para responder dicha cuestión, este Hagamos Memoria estará destinado a recordar, desde una mirada crítica, el contexto de creación de la ONU, los diferentes retos que se han planteado desde el inicio de su existencia y sus aportes a los derechos humanos a nivel mundial.
1. Conformación y propósito
La ONU fue oficialmente conformada el 24 de octubre de 1945, fecha en la que la mayoría de los 51 Estados miembros originarios ratificaron la Carta de la ONU como documento fundacional de la organización. Pero esta fundación obedeció a un conjunto de procesos políticos e históricos que marcaron un antes y un después en las relaciones internacionales.
En principio, cuatro meses antes de la conformación oficial de la ONU, se había llevado a cabo la Conferencia de San Francisco. Ella estuvo orientada a la creación de una organización de alcance mundial que trabajara en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Además, fue una consecuencia casi inmediata de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que dividió al mundo por más de 5 años y en el que aproximadamente 60 millones de personas, entre civiles y militares, perdieron la vida
Así, en un contexto caracterizado por relaciones internacionales destruidas e incalculables pérdidas humanas y materiales, la ONU se planteó restablecer la cooperación internacional y asegurar, a través del fortalecimiento internacional, la paz y la seguridad mundial.
2. Crecimiento y redireccionamiento de la ONU
Aunque la ONU fue consolidada con un propósito fijo, es menester reconocer que, al día de hoy, esta organización agrupa diversos campos de acción no necesariamente relacionados con la prevención o finalización de conflictos militares. La agenda de la ONU ha sufrido sustanciales modificaciones: desde la acción por la educación hasta protección de migrantes, pasando por la promoción de la cultura y defensa del ambiente, Además, sin perjuicio del mantenimiento de su propósito inicial, en 2015, la ONU adoptó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con la finalidad de proteger el planeta, poner fin a la pobreza y garantizar la paz y prosperidad (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, s.f., párr. 1). Ello derivó en un inminente incremento de las necesidades presupuestales para el sostenimiento de programas de desarrollo, pero también en una complejización de la estructura organizacional de la ONU.
No obstante, los órganos originarios mantienen su carácter central. Así, la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría de la ONU todavía expiden las resoluciones más importantes. Pero, ¿estas resoluciones realmente tienen injerencia en las actuaciones de los Estados miembros? La respuesta será: depende.
Por un lado, las resoluciones tomadas por la Asamblea General carecen de carácter vinculante, al ser principalmente recomendaciones que abonan al fortalecimiento de principios y directrices de la organización. A través de estas, los estados miembros expresan su voluntad. No obstante, ningún Estado está obligado a cumplirlas, aunque idealmente deberían respetar su contenido.
Por su lado, las decisiones del Consejo de Seguridad sí son vinculantes, lo que hace que este órgano sea uno de los más poderosos en la ONU. Este Consejo cuenta con cinco miembros permanentes: Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y China, los cuales tienen poder del veto. Es decir, la negativa de uno de ellos hace imposible la aprobación de alguna resolución del Consejo. Este sistema ha sido ampliamente criticado por carecer de legitimidad y abandonar los estándares democráticos que deberían caracterizar cualquier órgano de decisión en la ONU. Junto con ello, se argumenta que dichos países únicamente conservan su condición de miembros permanentes por haber ganado la Segunda Guerra Mundial, y que la continuidad de esta situación carece de actualidad histórica.
Las resoluciones de este consejo son elementales en el contexto humanitario actual y para el logro del cometido inicial de la ONU, pues estas pueden imponer sanciones y exigir el alto al fuego ya no desde recomendaciones, sino de manera vinculante. Sin embargo, el poder del veto de sus miembros ha hecho de esta labor compleja.
Finalmente, la Corte de Justicia de la ONU también emite resoluciones vinculantes e inapelables para las partes que tienen un conflicto dentro de la competencia de resolución de la Corte.
3. Críticas y un difícil cuestionamiento: ¿cumple realmente la ONU con su cometido?
Aunque es cierto que la ONU se ha desplegado a lo largo y ancho del mundo llevando ayuda y programas de desarollo social a las poblaciones más vulnerables, es necesario hacer visible su deficiente participación en el conflicto Rusia-Ucrania, y en el genocidio del pueblo Palestino.
Frecuentemente, en redes sociales, se observa la pregunta: ¿para qué sirve la ONU? Y más de uno equipara el rol de la ONU a una conversación de amigos que repite, solo que a nivel mundial, lo que todos ya sabemos: los países no deberían actuar con violencia y tienen la obligación de garantizar y promover los derechos humanos. Según Cordero (2024), docente universitario y magíster en Ciencias Políticas y periodista, “si esas críticas ganan aceptación en la opinión pública global es, también en parte, porque la ONU no ha logrado a lo largo de su historia consolidarse como una institución efectiva en su misión fundacional: la preservación de la paz. Sus méritos no han sido suficientes y palidecen ante el horror de sus fracasos”.
4. Reflexión
A pesar de los esfuerzos de la ONU para promover la paz, muchas de las decisiones que podrían tener una injerencia determinante para el alto al fuego están dentro del ámbito de competencia del Comité de Seguridad, y han venido siendo sistemáticamente abandonadas.
Ante ello, es importante ejercer presión desde diversas trincheras de nuestra participación social y política. Además, es fundamental hacer visible la sistemática acción de incumplimiento del derecho internacional de Israel, país que no solo ha estado llevando a cabo un arrinconamiento violento de la población palestina a través de la ocupación de Gaza, sino que además ha asesinado a civiles, niños y ancianos con armas y con hambre.
Referencias
Cordero, J. (2024, 8 de mayo). ¿Para qué sirve la Organización de Naciones Unidas? Revista Memoria. Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP). https://idehpucp.pucp.edu.pe/revista-memoria/para-que-sirve-la-organizacion-de-naciones-unidas/
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (s. f.). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado el 24 de octubre de 2025, de https://www.undp.org/es/sustainable-development-goals

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