“Con educación, las niñas podrán ser y tener lo que quieran”: Theresa Kachindamoto y su lucha contra el matrimonio infantil en África

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Escrito por Roxana Monsalve, miembro del Área de Investigación del Equipo de Derechos Humanos.

Theresa Kachindamoto es una líder política de Dedza, una localidad de Malaui, país africano. A pesar de ser la menor de 12 hermanos de una familia de gobernantes tradicionales en su distrito, fue nombrada jefa principal en el 2003 [1]. Como es común en muchos países alrededor del mundo, las mujeres no siempre son consideradas aptas para adoptar roles políticos o sociales importantes; no obstante, a pesar de estos estigmas y estereotipos, Theresa se ha involucrado activamente, no solo en lograr cambios sociales significativos en su país, sino también en la obtención de cambios de índole legal e institucional. Dentro de esta ardua labor, cabe destacar su lucha por la abolición de los matrimonios infantiles tanto en su país como en todo África, puesto que estos, además de representar impedimentos en el desarrollo personal e intelectual de los infantes, también, en la mayoría de casos (por no decir que en todos), se realizan en contra de su voluntad y ponen en riesgo su salud y su vida. 

Si bien en países como el nuestro los matrimonios infantiles encuentran un fuerte rechazo social y también están prohibidos en términos legales, en África se trata de una práctica normalizada e incluso permitida. Es precisamente por ello que, actualmente, hay aproximadamente 125 millones de niñas africanas que han sido obligadas a casarse antes de siquiera haber cumplido 18 años [2]. Tras haber observado esta situación, y a propósito de su nombramiento como líder política de su localidad, Theresa Kachindamoto inició un persistente activismo en pro de los derechos de las niñas de su país para evitar que sean forzadas a contraer matrimonio a tan temprana edad y sin su consentimiento. Ella considera que a estas niñas se les debe otorgar la oportunidad de tener acceso a una educación de calidad, pues solo garantizando este derecho podrán obtener los recursos necesarios para subsistir y poder tomar sus propias decisiones en el futuro.

No obstante, Theresa reconoce que el problema no es solo cultural, sino también económico: las familias, muchas veces subsumidas en extrema pobreza, no cuentan con los medios económicos necesarios para mantener a sus hijas, por lo que consideran que la mejor opción es darlas en matrimonio y así adquirir una dote por ellas [3]. Es así como a las niñas se las termina posicionando en una situación de vulnerabilidad que les impide desarrollarse adecuadamente en su entorno, pues desde muy jóvenes ven obstruidas sus oportunidades de educarse académicamente o poder gozar de autonomía y decisión propia. Esta situación se agudiza si se tiene en cuenta que son los mismos padres los que estiman que tomar la decisión de entregar a sus hijas es mejor que invertir en su cuidado y educación, pues consideran que hacerlo supondría una inversión innecesaria y poco provechosa. 

A raíz de toda esta problemática, Theresa Kachindamoto inició una movilización política para prohibir que el matrimonio infantil se encuentre avalado por la normativa de su país. Fue así como, en el 2015, el parlamento finalmente emitió una ley que prohíbe dichos matrimonios, pero que a su vez establece que los matrimonios precoces podrían celebrarse si es que los padres estaban de acuerdo con ello [3]. Esto, claramente, no lograría cambiar la situación de las niñas, puesto que, como se explicó anteriormente, la necesidad económica de los padres es la que, en la mayoría de casos, permite que este tipo de matrimonios sean consumados. Es por ello que Theresa consiguió que los demás jefes que dependían de ella firmaran un acuerdo en el cual se prohibieran los matrimonios precoces dentro de su jurisdicción, con lo cual se consiguió anular 850 matrimonios y, adicionalmente, que aquellas niñas regresaran a la escuela. Es así como, en los últimos 5 años, Kachindamoto ha logrado anular alrededor de 2.049 matrimonios infantiles, e incluso fue ella quien, en varias ocasiones, se ofreció a pagar las cuotas de estudio de las niñas [4]. 

Adicionalmente, Theresa ha impulsado la creación de diversos centros de estudio, así como también campañas dentro de las cuales destaca la campaña “Volver a la escuela”; por otro lado, se ha encargado de informar a los padres de familia acerca de los riesgos a los que someten a sus hijas entregándolas en matrimonio a una temprana edad, como la posibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual e incluso causarles la muerte [5]. Asimismo, la activista africana se ha encargado de monitorear que los derechos de las niñas sean respetados y garantizados mediante la contratación de 300 “espías” dentro de su distrito, los cuales le informan acerca de las intenciones de alguna familia de dar a su hija en matrimonio para así acudir y tratar de impedirlo. Es de este modo como Theresa se ha involucrado a lo largo de todos estos años en velar por la abolición total de los matrimonios infantiles en su comunidad: al ser un problema económico y cultural, ella considera que es necesario intervenir activamente en la concientización e instrucción de la población para que esta práctica disminuya progresivamente.

En conclusión, a lo largo de este artículo ha quedado demostrada la larga trayectoria que ha tenido Theresa Kachindamoto en la lucha por los derechos de las niñas dentro del territorio africano. Desde la adopción de una postura crítica hacia la realidad en la que se encuentra, hasta la implementación de políticas públicas, Theresa ha logrado incidir en una problemática que, lamentablemente, aún continúa perjudicando la vida de muchas menores de edad. Sin embargo, es indudable que el trabajo que esta activista ha realizado a lo largo de todos estos años ha beneficiado a muchas otras niñas que se encontraban en una situación precaria. Es necesario que los organismos internacionales se involucren en este tipo de causas de la misma forma en la que Kachindamoto lo ha hecho: no basta con otorgar dispositivos legales en pro de los derechos humanos, sino que es necesario comprender las razones estructurales que dan sustento a estas prácticas nocivas para poder generar medidas que, a su vez, produzcan cambios eficaces. 

Fuentes bibliográficas:

[1] Consorcio Casa África. (2020, 17 de mayo). There Kachindamoto: lucha contra los matrimonios precoces. https://www.casafrica.es/es/persona/theresa-kachindamoto

[2] UNICEF. (2020). Matrimonio infantil en África: 310 millones de niñas casadas en 2050. https://bit.ly/3z13IyD

[3] Burgos, B. (2020). Theresa Kachindamoto: contra los matrimonios infantiles. Fundación SUR. https://www.africafundacion.org/serie-grandes-mujeres-africanas-theresa-kachindamoto-contra-los-matrimonios-infantiles

[4] Vital Voices. (2019). Senior Chef Theresa Kachindamoto. https://www.vitalvoices.org/people/chief-theresa-kachindamoto/

[5] Laboral Kutxa. (2018). Teresa Kachindamoto (Malaui). https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/5B20B08E-7D06-4A66-AF52-22200DC7FE0C/434432/TheresaKachindamoto1.pdf

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