Escrito por Piero Chávez Gonzales, miembro de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos 

El congresista de Perú Libre Abel Reyes ha presentado el proyecto de Ley que declara de “necesidad pública e interés nacional la justa y equitativa distribución del espectro electromagnético en radio, televisión y otros medios de comunicación”. De esta manera, esta iniciativa legislativa buscaría incidir en el esquema de concesión actual del espectro electromagnético a fin de reorganizar su distribución. 

En su artículo 2, se señala que esta iniciativa se justifica en que los medios de comunicación son un servicio público de competencia de la nación en el que se encuentran comprendidos los derechos y libertades de sus usuarios, el interés general, el principio de legalidad, el cumplimiento de los fines y deberes estatales, el funcionamiento eficiente y democrático de los contenidos. 

Asimismo, esta iniciativa legislativa sostiene que la radio y televisión en sus distintas modalidades representan una actividad estratégica e indispensable para la democracia y los derechos a la información, educación y cultura del pueblo, por lo que debe ser protegida y promovida por el Estado. 

A propósito de este proyecto de ley, se debe recordar que el derecho de libertad de expresión y a la pluralidad informativa no solo se encuentran consagrados en la Constitución Política del Perú, sino también en tratados internacionales que el Perú ha suscrito como la Convención Americana sobre Derechos Humanos. De esta forma, se busca que ni los particulares ni los Estado controlen el libre flujo de información en los medios a fin de preservar la pluralidad de contenidos. 

Desde el Equipo de Derechos Humanos, rechazamos esta iniciativa de ley. El Estado debe ser el garante de los derechos fundamentales a la libertad de expresión e información, por lo que no es legítima su intervención en el contenido de los medios de comunicación. La libertad de expresión y la pluralidad de información no solo permiten una ciudadanía vigilante, sino también representan un elemento esencial en una democracia

Fuente: La República