“The Man” de Taylor Swift y sus cuestionamientos sobre el sexismo en la industria musical desde su experiencia personal

- - 0 1347 Views
Escrito por Andrea Gómez, miembro de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos.

“Yo escuchaba hablar a las personas sobre el sexismo en la industria musical y estaba como ‘no lo veo’, ‘no entiendo’, luego me di cuenta de que era porque era una niña. Los hombres en la industria me veían como una niña [..] quien les recordaba más a su pequeña sobrina o a su hija que a una exitosa mujer de negocios o una colega” [1]. Este es un extracto de la entrevista que Vogue le realizó a Taylor Swift, cantautora estadounidense, en el 2019, luego del lanzamiento de su séptimo álbum de estudio titulado “Lover”. La pregunta realizada giraba en torno al sexismo en la industria musical y si Swift siempre había sido consciente de esta problemática.

En la actualidad, la mayoría de personas reconoce que la situación de vulnerabilidad sistemática de las mujeres es transversal a todas las áreas de la actividad humana, lo cual incluye el ámbito artístico. Sin embargo, pocas veces se señala que la industria musical no es una excepción y que el sexismo es una problemática constante en ella. Tal como han enfrentado muchas artistas mujeres también lo ha experimentado Taylor Swift, quien una vez consciente de estas diferencias y, a raíz de ellas, decide lanzar una canción en particular en su álbum: The Man. Por esta razón, en el presente artículo, , se analizará la letra de esta canción, escrita a partir de  la aproximación personal y crítica de Taylor Swift a la problemática del sexismo e inequidad de género presentes en la industria musical.

En primer lugar, se debe definir el término sexismo, el cual alude a la “discriminación o prejuicio basado en el sexo o género, especialmente en contra de las mujeres” [2]. “El sexismo también está relacionado con los estereotipos, ya que las acciones o actitudes discriminatorias se basan frecuentemente en falsas creencias o generalizaciones sobre el género, y en considerar el género como relevante cuando no lo es”.[3] Ello se encuentra encriptado en la sociedad de tal forma que sus manifestaciones son variadas. Por ejemplo,  los dobles estándares, que benefician a los hombres y, como consecuencia, perjudican el desarrollo de las mujeres. Esta diferenciación está presente  en la carrera musical de las artistas y este es el caso de Taylor Swift.

The Man es una canción de género pop en la cual se abordan estas manifestaciones presentes en la industria musical, que en ocasiones son subestimadas. Además, esta situación se  complejiza cuando los consumidores de los productos musicales incitan estas actitudes u omiten cuestionarlas. Para plasmar este mensaje, Swift hace uso del recurso lingüístico-gramatical de los condicionales. De esta forma, se cuestiona   por qué ella, como mujer, dentro de la industria es percibida y tratada de la forma en la que lo es. Ello no se debe ni a su personalidad, ni a sus actitudes ni se basa en  alguna razón justificada pues gran parte de esta diferenciación surge por el hecho de ser mujer. Por ello,  en la canción, Swift presenta el supuesto hipotético de que ella no cambiase como persona, pero sí su género; es decir, se pregunta cómo sería percibida si fuera un hombre. De esta forma, analiza cómo las mismas conductas pueden tener una apreciación distinta si es que la persona que las lleva a cabo es una mujer o un hombre: “Estoy muy cansada de correr lo más rápido que puedo, preguntándome si llegaría más rápido si fuera un hombre” [4].

Desde la primera estrofa, se presenta el contraste entre  las reacciones  positivas que obtendría su imagen si fuera un hombre y las que ahora como mujer le generan problemas y se le vuelve punto de críticas. En el mismo sentido, aborda temas relacionados con sus propias vivencias, pero que pueden identificar a otras personas.  Un ejemplo de esta situación  se encuentra en torno a la vida amorosa de la cantante, aspecto que ha sido criticado duramente por los medios de comunicación durante toda su carrera. Al respecto, existen dos puntos a analizar, tanto el hecho de que ella mantuviera relaciones amorosas y el producto de ello, que era la composición de canciones sobre estas experiencias. 

Para comprender el primer punto,  es necesario presentar el siguiente extracto de la canción: “Y ellos brindarían por mí, dejen a los jugadores jugar, sería tal como Leo en Saint Tropez” [4]. Aquí la referencia es directa, Leo representa a  Leonardo DiCaprio, conocido actor de Hollywood, quien anualmente organiza galas en Saint Tropez con el objetivo de recaudar fondos para causas medioambientales. Lo relevante  es que él suele ser visto con sus parejas, así como con modelos y celebridades a lo largo de la duración del evento. Sin embargo, no se  cuestionan sus actos, al menos no de la forma en la que se cuestionaría a una mujer si fuese ella involucrada  y las celebridades con las que frecuenta fuesen varones. 

En el caso de Taylor Swift, una concepción sexista sobre su vida amorosa generó episodios en los que fue víctima de  “slut shaming”. Este término se refiere a la acción de avergonzar a otra persona por alguna conducta sexual considerada reprobable, usualmente dirigida hacia las mujeres. Esta ha sido una crítica constante hacia su persona por parte de los medios de comunicación y el público en general. La artista también se ha manifestado sobre la percepción que se ha construido de ella para la revista Vogue en el 2016: “Si pudiera hablar con mi yo de 19 años, solo diría: ‘Oye, ya sabes, vas a tener citas como se le debería permitir a una persona normal de 20 y algo, pero vas a ser un pararrayos nacional de slut shaming” [5]. En esta entrevista, se aprecia que la sociedad tiende a satanizar las conductas sexuales de las mujeres pues no se cuestiona la acción en sí misma, sino si es que quien la ejecuta tiene la licencia para hacerlo o no. Bajo esta lógica sexista, Taylor Swift, como una artista femenina, no tendría tal licencia.

Para entender el segundo punto, es necesario recurrir al contenido de las canciones de Taylor Swift. El  siguiente verso es elocuente sobre este tema: “Y estoy cansada de que ellos me ataquen, porque si fuera el hombre, sería el hombre”[4]. Se trata de  una posible respuesta de Swift hacia los cuestionamientos sobre el contenido de sus canciones. Esta es una de las razones por la que la cantante recibió comentarios de odio o burla a lo largo de su carrera, pues se  centraban en las relaciones amorosas que había mantenido. Ello se evidencia en el hecho de que aún en el 2021, continúe recibiendo menciones como en la serie de Netflix llamada “Ginny and Georgia”, en donde se “bromea” sobre cómo la mamá de la protagonista “pasa por los hombres más rápido que Taylor Swift” [6].

Lo cuestionable es que esta reacción y comentarios del público parecen estar condicionadas por pensamientos sexistas y la propia cantante es consciente de ello. “Tú vas a tener personas que van a decir ‘oh, sabes, como, ella solo escribe canciones sobre sus ex enamorados’ […] Nadie dice eso sobre Ed Sheeran. Nadie dice eso sobre Bruno Mars. Todos ellos están escribiendo canciones sobre sus exes, sus actuales enamoradas, su vida amorosa, y nadie levanta una bandera roja allí” [7]. Si bien las personas son libres de no gustar de un tipo de contenido o canción, ello no debería encubrir razones o imaginarios de índole sexista como las que suelen acompañar estas expresiones pues tanto mujeres como hombres tuvieron la misma motivación: plasmar en la música sus emociones y vivencias amorosas personales. Sin embargo solo se desacredita a las mujeres.

Asimismo, en la canción también existe un verso llamativo para este análisis. En este, Swift resalta que, si fuese hombre, “ellos no sacudirían sus cabezas ni cuestionarían cuánto de ello [ sus logros] merezco” [4]. Este es  un claro ejemplo de cómo estas manifestaciones de sexismo tienen un impacto directo en otros aspectos de la carrera de la artista. Por ejemplo,  cuestionamiento de la autoría de sus canciones  y su lucha por regrabar su discografía. Si bien este tema suele ser más analizado con relación a los derechos de autor que pertenecen al Derecho Mercantil, también puede ser analizado desde un enfoque de derechos de la mujer. 

El problema se centra en los cuestionamientos que reciben las artistas cuando lanzan nueva música. En la mayoría de los casos, deben “probar” su autoría al público porque el registro de su nombre en los créditos no es suficiente. Se suele poner en tela de juicio su participación y consigo el trabajo del artista, efecto que no sucede con los cantantes masculinos. Swift se refirió sobre esta problemática para Billboard en el 2014: “Si alguien ha estudiado mi catálogo y todavía no cree que esté detrás de él, no hay nada que pueda hacer por esa persona. Es posible que tengan que lidiar con sus propios problemas sexistas, porque si yo fuera un chico y miraras mi catálogo y mis letras, no te preguntarías si yo soy la persona detrás de esto” [8]. Asimismo, agregó otros ejemplos de mujeres en la industria que sufren los mismos cuestionamientos para la revista Times: “Es un poco desalentador que las mujeres tengan que trabajar mucho más duro para demostrar que hacen sus propias cosas. Veo a Nicki Minaj e Iggy Azalea teniendo que demostrar que escriben sus propios raps o sus propias letras, y me entristece, porque no deberían tener que justificarlo” [9].

Cabe resaltar que aquí se encuentra una contradicción entre posturas, que tiene detrás un imaginario sesgado por la discriminación de género. Así, para el público, Swift sería la escritora de sus canciones solo cuando se la critica; sin embargo, dejaría de serlo cuando puede beneficiarse de ello. En otras palabras, , cuando a Taylor Swift se le critica por su vida amorosa plasmada en su música, allí se le reconoce como la autora de las letras; no obstante, en cuanto se le quiere reconocer como una escritora  de larga trayectoria, allí la industria cuestiona la autoría de  su trabajo.

Las expresiones y ejemplos mencionados a lo largo del artículo se relacionan  fuertemente en el derecho-principio de la igualdad y no discriminación. Al respecto, “la igualdad en la teoría de los derechos fundamentales significa únicamente coincidencia cualitativa, no “identidad” ni “semejanza”; por eso mismo, la igualdad no es un derecho a la identidad o a ser tratado igual que los demás de manera general, sino más bien se trata, en estricto, de un derecho a la diferencia, a ser tratado igual que los que están en la misma situación” [10]. Entonces, la premisa es tratar igual a los que se encuentran en situaciones de hecho similares y diferente a los que se encuentran en situaciones de hecho diferentes. Bajo esta lógica, las diferenciaciones injustificadas por razones de género osexo, es decir, las manifestaciones de sexismo son inadmisibles. Es más, este último se encontraría proscrito en la Constitución en su artículo 2, inciso 2; sin embargo, es poco cuestionado cuando algunas de sus manifestaciones se normalizan a tal punto de resultar difíciles de identificar.

En conclusión, The man es una canción con una fuerte carga de crítica hacia las manifestaciones de discriminación de sexo o género que sufren constantemente las mujeres en la industria. Ello se debe a que la posición de desventaja estructural de las mujeres incluye el ámbito musical; sin embargo, en ocasiones estas no son advertidas pues se las normaliza. Tanto los artistas, personas involucradas en los medios de comunicación, críticos como los propios consumidores perpetúan estas conductas nocivas. Sus comentarios hacia el desempeño artístico de las mujeres como hacia su persona, ya que son figuras públicas, suelen acoger imaginarios sexistas y estereotipados. En ellos se evidencia el uso de los dobles estándares para juzgar las mismas conductas, lo que genera una situación de  desventaja contra la mujer y se perpetúa  esta problemática también en el ambiente artístico. Este trato discriminatorio tiene impacto en la carrera de las cantantes quienes se encuentran frente a mayores obstáculos para ser reconocidas y valoradas por su trabajo. 

REFERENCIAS:

[1] Aguirre Abby (2019). Taylor Swift on Sexism, Scrutiny, and Standing Up for Herself. Vogue. https://www.vogue.com/article/taylor-swift-cover-september-2019

[2] Masequesmay, Gina. Sexism. Encyclopedia Britannica, 28 Sep. 2021, https://www.britannica.com/topic/sexism. Recuperado el día 20 de marzo de 2022. 

[3] European Institute for Gender Equality. Sexism. https://eige.europa.eu/publications/sexism-at-work-handbook/part-1-understand/what-sexism

[4] Swift, T. (2019) The Man [Canción]. En Lover. Republic Records.

[5] Joe Sabia. [Vogue] (2016). 73 Questions With Taylor Swift | Vogue. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=XnbCSboujF4 

[6] Taylor Swift [@taylorswift13] (Primero de marzo de 2021) Hey Ginny & Georgia, 2010 called and it wants its lazy, deeply sexist joke back. How about we stop degrading hard working women- Twitter. https://twitter.com/taylorswift13/status/1366401657685245955?s=20&t=EhtVQD1W7anYjd861EDM6w 

[7] 2DayFMSydney [2DayFMSydney] (2014). Taylor Swift’s 1989 secrets and response to SEXIST song speculation [FULL INTERVIEW]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=5xvlDW_jd8U 

[8] Light, A. cinco de diciembre de 2014). Taylor Swift on Her Famous Friends, Personal Songwriting and Hurdle of Going Pop. Hollywood Reporter https://www.hollywoodreporter.com/news/general-news/taylor-swift-billboard-cover-story-754159/ 

[9] Dickey, J. (2014). Taylor Swift on 1989, Spotify, Her Next Tour and Female Role Models. Time. https://time.com/3578249/taylor-swift-interview/ 

[10] León, J. (2021). Derechos a la Igualdad y no Discriminación. Editorial.

 

 

Escrito por

No hay comentarios

Sigue leyendo

0Posts

0Posts

Busca algún tema

Lo más leído

Síguenos

Facebook