Escrito por Piero Chávez Gonzales, director de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos. 

El lunes 25 de abril, se viralizó un video protagonizado por Sebastián Palacín, de 25 años, en el que confiesa una presunta violación sexual contra dos mujeres en estado de inconsciencia a través de su cuenta de Tiktok. 

En este video, narra los hechos con detalle y de manera humorística, e incluso se posiciona como un hombre ganador tras la agresión sexual. Vale la pena mencionar que cuenta la participación de otra persona, un segundo agresor no identificado. 

Estas declaraciones generaron el rechazo de la ciudadanía, ya que Palacín estaría confesando haber cometido el delito de violación sexual. También, se evidencia una presunta apología la violencia contra la mujer, ya que relata estos actos como si fueran una hazaña. 

Como consecuencia, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables rechazó las declaraciones y puso a disposición sus servicios para que las víctimas puedan acudir a denunciar. Por su parte, la Fiscalía de la Nación abrió una investigación preliminar por 60 días contra Palacín por el presunto delito de violación de la libertad sexual. 

Al respecto, la abogada penalista Liliana Calderón afirma que, cuando se aborda el delito de violación sexual, no es necesario probar violencia o amenaza, sino verificar el consentimiento válido. En este caso, Palacín relata que la presunta víctima se encontraba en estado de embriaguez e inconsciencia, por lo que no es imposible otorgar un consentimiento válido. 

Luego de estas acciones, el joven de 25 años eliminó el video de su red social y publicó otro, en el que afirmó que los hechos nunca ocurrieron, sino que se trataba de un experimento social. Sin embargo, incluso en este supuesto, cabría una intervención del Ministerio Público por el delito de apología, ya que Palacín banaliza hechos tan condenables como una violación sexual. 

Estas declaraciones evidencian la cultura de la violación presente en la sociedad peruana: en ningún momento, Palacín parece reconocer que está narrando hechos que constituyen una violación sexual, sino que los cuenta como actos dignos de elogios, como si fuera un hombre admirable por haber abuso sexualmente de dos mujeres en estado de ebriedad. Desde Diálogos Humanos, rechazamos estas declaraciones y esperamos que el Ministerio Público investigue con diligencia estos hechos e incluya el delito de apología en la acusación fiscal. 

Fuente: RPP y El Comercio