
Ni olvido ni perdón: Recordando otro 5 de abril del autogolpe de Fujimori

Escrito por Marco Antonio Zelaya Castro, director de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho PUCP.
Han pasado menos de 6 meses desde el fallecimiento del exdictador Alberto Fujimori; sin embargo, ello no implica que debemos olvidar el terrible legado que dejó su régimen en la historia de nuestro país. Puesto que, conforme pasan los años se hace evidente que muchas de las problemáticas, injusticias y situaciones que acontecieron durante y producto de la dictadura todavía nos siguen ocasionando muchas dificultades.
En el año 1992, Alberto Fujimori, argumentando un presunto intento de reorganizar el Estado peruano y después de diversos conflictos con otros actores políticos, atacó de manera indiscriminada y arbitraria el Estado de derecho y la democracia. Esto lo hizo sin presentar un plan para restablecer el orden democrático, y este plan tan solo se generó por la presión de la comunidad internacional, que respaldaba la reconversión económica del Perú. (Cosamalón, 2022).
A partir de dicho día, no solo se quebrantó el orden constitucional sino que se inició una serie de reformas económicas y estatales que permitió al régimen durante casi 8 años el poder tomar el control de todos los mecanismos que permitían el funcionamiento de la democracia y así poder perpetuarse en el poder con el apoyo popular que recibían debido a las reformas populistas realizadas.
La solución que se brindó al problema de la hiperinflación fue un gran alivio para gran parte de la población, sumado a las obras mediáticas y populistas que impulsaba Fujimori, puesto que, le permitieron manipular a la conciencia pública y desviar su atención de los crímenes y corrupción que se perpetraron detrás de los reflectores, apoyado por la manipulación casi completa de los medios de comunicación. Sin embargo, a día de hoy, todo aquello que durante dicha época se ocultó, hoy ya es una preocupación de todos.
Terruqueo, desapariciones forzadas, corrupción y una completa falta de respeto por el Estado de Derecho son los elementos que en nuestro pasado inmediato nos ha legado el fujimorismo. Lastimosamente, pese al retorno de la democracia y la condena de muchos de los culpables directos de los crímenes enunciados, los efectos de la dictadura siguen muy presentes.
A día de hoy, todavía es una deuda pendiente y prioritaria el poder terminar de enjuiciar a todos los culpables de las desapariciones, las esterilizaciones forzadas y muchos otros crímenes contra la vida humana que se perpetraron. Asimismo, resulta determinante el construir una conciencia sobre la memoria histórica de todos los hechos producidos durante el Conflicto Armado Interno para nunca más permitir que se repita un periodo de violencia como el que se dio durante los años 90s. Puesto que, debe ser inaceptable que en un país se permita la impunidad por la violación de los derechos humanos de cualquier persona, porque la justicia no es venganza o ajusticiamiento y las obras y políticas públicas no deben ser un soborno o precio a pagar por nuestro silencio sino una obligación del Estado, que debe cumplir en estricto respeto de los derechos de los demás.
Bibliografía:
Cosamalón, J. (2022). ¿Qué se disolvió esa noche del 5 de abril de 1992? IDEHPUCP. Disponible en: https://idehpucp.pucp.edu.pe/boletin-eventos/que-se-disolvio-esa-noche-del-5-de-abril-de-1992-26300/
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