Privadas del derecho a decidir sobre sus cuerpos: el grave caso de la mutilación genital femenina.

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Escrito por Carmela Pérez y Norma Pérez, miembros del Área de Investigación del Equipo de Derechos Humanos.

En distintas partes del mundo, existen diferentes prácticas de ablación o corte genital médicamente innecesarios. Estas varían conforme a diversos factores, entre ellos, el grupo étnico y/o religioso al que pertenezca la comunidad que lo practica, el país en el que vivan, si se encuentran en un área rural o urbana, entre otros. Las motivaciones también son divergentes, aunque muchas de ellas coinciden en que el corte forma parte de una ceremonia o ritual de iniciación. Un primer ejemplo es la circuncisión, que se practica al varón judío en su octavo día de nacido. En esa misma línea, otra práctica es la mutilación genital femenina, la cual consiste en el corte de los órganos genitales femeninos. El procedimiento puede incluir los cuatro tipos siguientes, siendo el último menos prevalente: la clitoridectomía, por la que se corta parte externa del clítoris; la excisión, por la que se cortan parte de los labios menores; la ablación de los labios mayores, para crear superficies que después se cosen con el fin de que, al cicatrizar, tapen la vagina, dejando una pequeña abertura para permitir el paso de la orina y del flujo menstrual; y la perforación o incisión del área genital sin extirpación de carne [1]. A continuación, dedicaremos nuestro análisis a las particularidades de esta práctica tradicional y a los impactos perjudiciales que puede producir en la vida de niñas y adolescentes; en específico, la violación de los derechos humanos a la integridad y autonomía corporal de las mismas. 

En primer lugar, cabe señalar que la prevalencia de la mutilación genital femenina no es exclusiva a ninguna parte del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, se ha registrado en 28 países africanos, y en múltiples países asiáticos. Asimismo, se realiza en Europa, entre comunidades de migrantes provenientes de estos países, y se han detectado casos en Latinoamérica en determinados grupos étnicos [2]. En 7 países su práctica es casi universal, ya que más del 85% de mujeres han sido sometidas a este corte [3]. Entre las comunidades musulmanas conservadoras y algunas etnias africanas, se realiza debido a que consideran que las mujeres son “impuras” y esta práctica es vista como una purificación y/o una forma de controlar el deseo sexual. En otras comunidades, la mutilación genital es parte de un ritual de transición a la adultez o promovida como un tema estético [4]. Además, en algunas comunidades que realizan la forma más extensiva de la ablación, se complementa con un ritual en el cual, el marido es el encargado de deshacer las costuras, en tanto estas pretendían asegurar la “virginidad” hasta el matrimonio [5]. 

Por tanto, el corte genital femenino es una práctica que, dependiendo del tipo de intervención y otras variables, puede resultar extremadamente perjudicial para la salud de las mujeres, y en especial, de las niñas y adolescentes. No solo puede llegar a ser un proceso sumamente doloroso para ellas, sino que interfiere con el funcionamiento natural del cuerpo y puede generar serias afecciones, como infecciones crónicas del tracto urinario, hemorragias, e incluso, puede derivar en la muerte. Asimismo, ha sido asociada a una mayor probabilidad de sufrir problemas durante el parto, complicaciones con el ciclo menstrual y dolor o entumecimiento durante las relaciones sexuales. A su vez, se ha determinado una mayor prevalencia en la aparición de problemas psicológicos como la depresión, ansiedad, estrés postraumático y problemas de autoestima [6]. A pesar de esto, se estima que 200 millones de niñas y mujeres han sufrido de algún tipo de mutilación genital, y que al menos 4 millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica cada año [7]. 

Por todo lo dicho anteriormente, se trataría también de “una forma de violencia contra las mujeres y una violación a los derechos humanos. Y, cuando es infligida a menores de edad es un tipo de abuso infantil también” [5]. Realizar esta práctica contra una persona infringe el Artículo 3° y el Artículo 25° de la Declaración Universal de Derechos Humanos [8], ya que atenta contra su seguridad personal y su derecho a la salud y el bienestar. Además, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), representa una violación a los derechos a la autonomía corporal, integridad, salud y vida de las mujeres [9]. El asunto se agrava cuando se trata de niñas y adolescentes quienes se ven sometidas, bajo coacción, a un corte que viola su integridad psicofísica, dejando secuelas para su salud en el corto y largo plazo, y sobrepasa su autonomía corporal, en tanto se les limita a tomar decisiones sobre su cuerpo. 

Así, tal práctica tradicional ha sido reconocida, a nivel internacional, como una cuestión de derechos humanos. Para ponerle fin a esta perjudicial situación, se han realizado esfuerzos coordinados y sistemáticos en los que participan organizaciones internacionales, miembros de las distintas comunidades, profesionales de la salud, organizaciones no gubernamentales, entre otros actores, centrados en los derechos humanos y la igualdad de género. Estos esfuerzos abordan las necesidades de [educación] y salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas que sufren sus consecuencias [10]. Los logros son considerables; han conseguido romper el silencio que envuelve la práctica de la mutilación genital femenina e introducir sin reservas esta situación en los planes de trabajo del movimiento internacional de derechos humanos [1]. 


Al respecto, cabe señalar que el UNFPA, junto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dirige el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la mutilación genital femenina. Este se centra en la actualidad en 17 países y también brinda apoyo a iniciativas mundiales. Y, aunque el corte genital femenino se va reduciendo en la mayoría de los países en que predomina, el UNFPA estima que, debido a las interrupciones en los programas de prevención relacionadas con la pandemia, esto podría derivar, a lo largo del próximo decenio, en 2 millones de casos de mutilación genital femenina que, de otro modo, se podrían haber evitado [11].


Finalmente, consideramos que, “si bien la toma de decisiones colectiva es común en todas las culturas, sociedades y gobiernos, las decisiones de grupo no pueden limitar los derechos individuales de las personas”[9]; y la autonomía corporal de las niñas y adolescentes no es una excepción en el presente caso. En ese sentido, “la erradicación de esta práctica debe presentarse como una cuestión de […] redefinición o sustitución de esos ritos de manera que se promuevan los valores tradicionales positivos y se elimine el riesgo de sufrir daños físicos y psicológicos […]. Para que las mujeres sean consideradas miembros iguales y responsables de la sociedad, no puede transigirse, en ningún aspecto, de su integridad física, psicológica y sexual” [1]. Reclamamos, de esta forma, el derecho de las niñas y adolescentes a decidir libremente sobre sus propios cuerpos.

Bibliografía:

[1] AMNISTÍA INTERNACIONAL. (1998). La mutilación genital femenina y los derechos humanos. Infibulación, excisión y otras prácticas cruentas de iniciación. https://www.corteidh.or.cr/tablas/12056.pdf

[2] PÉREZ, L. (2012). Mutilación genital femenina: Flores rotas, vidas marchitas. https://revistaideele.com/…/mutilaci%C3%B3n-genital…

[3] OMS. (2021). Mutilación genital femenina y otras prácticas lesivas. https://www.who.int/reproductiv…/topics/fgm/prevalence/es/

[4] UNICEF. (2020). ¿Qué es la mutilación genital femenina? Respuestas a siete preguntas. https://www.unicef.org/…/lo-que-debes-saber-sobre-la…

[5] ONTIVEROS, E. (2019). Mutilación genital femenina: qué es y en qué países se practica. https://www.bbc.com/mundo/noticias-47133238

[6] OMS. (2020). Female genital mutilation. https://www.who.int/…/detail/female-genital-mutilation

[7] UNFPA. (2021). Mi cuerpo me pertenece. Reclamar el derecho a la autonomía y la autodeterminación.https://www.unfpa.org/…/SoWP2021_Report-ES_-_v3312.pdf

[8] NACIONES UNIDAS. (1948). Declaración Universal de Derechos Humanos. https://www.un.org/…/universal-declaration-of-human-rights

[9] UNFPA. (2021). La autonomía corporal y 7 mitos que debilitan los derechos y libertades individuales. https://www.unfpa.org/…/la-autonom%C3%ADa-corporal-y-7…

[10] UNFPA. (2020). Mutilación genital femenina. https://www.unfpa.org/es/mutilaci%C3%B3n-genital-femenina

[11] NACIONES UNIDAS. (2021). Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, 6 de febrero. https://www.un.org/…/obse…/female-genital-mutilation-day

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