
¿Cuántos estudiantes como Naruto hay en el Perú?: Una mirada desde el Derecho a la Educación

Escrito por Jesús Magallanes, miembro de la Comisión de Arte y Derecho PUCP. Además, es Asociado ordinario de Derecho & Sociedad en la Facultad de Derecho PUCP y Presidente de la agrupación interdisciplinaria VOX SUMUS.
“En esta era de soledad, la escuela vive una rara paradoja. De ella no se espera nada y de ella se espera todo.” – Pablo Gentili
1.Introducción: «El estudiante de hoy»
Nuestro país, durante los últimos años, ha enfrentado una grave crisis sanitaria que se ha visto acrecentada por los distintos conflictos políticos, sociales, económicos y culturales.
En el marco de este contexto, son los y las estudiantes, quienes se han visto perjudicados de manera exorbitante en sus estudios, debido a las grandes brechas económicas y sociales presentes en nuestra sociedad. Por un lado, un elevado número de estudiantes se vieron forzados a abandonar sus estudios para trabajar. Por otro lado, otros que sí contaron con la posibilidad de continuar, se vieron privados de una educación de calidad al no contar con la infraestructura tecnológica necesaria para dicha actividad.
Con el objetivo de analizar la actual situación del derecho a la educación en pandemia, el presente artículo busca explicar este fenómeno a partir de un anime japonés titulado «Naruto». En ese sentido, para el autor, el personaje de Naruto representa el ejercicio correcto del derecho a la educación desde una dimensión subjetiva e institucional.
2.1.¡Este es mi camino Ninja!: Un recorrido por el derecho a la educación
2.1. ¡Algún día seré Hokage, de veras!
Naruto, el personaje principal del anime, es un niño empedernido que desde un comienzo manifiesta su deseo de graduarse de la academia para poder ser reconocido oficialmente como un Ninja. Un paso importante, de una larga trayectoria ninja, para lograr su más grande cometido que es el de convertirse en el líder de su aldea: un Hokage.
Bajo esta línea, uno de los principales incentivos de Naruto fue el gran deseo de poder ser reconocido por los demás, ya que desde niño vivió aislado. Además, sus padres fallecieron al nacer y casi nadie de su aldea se le quería acercar por el terrible poder que llevaba dentro de sí. La trayectoria para Naruto nunca fue fácil, pasó por muchos obstáculos para lograr su objetivo. Por consiguiente, se enfrentó a enemigos muy poderosos y, en el proceso, aprendió usar ese poder dentro de sí que por mucho tiempo había sido usado para el mal.
Finalmente, gracias a su enorme poder y a su notable esfuerzo logró convertirse en el Hokage que siempre había querido ser. La trama deja en relieve la importancia de nunca rendirse por los sueños y metas que como personas tenemos. Asimismo, el anime es un impulso crítico hacia nuestra realidad para preguntarnos ¿en el Perú cuántos estudiantes pueden seguir el camino que desean para lograr su sueño?
2.2. La educación en el Perú
Para responder a esta interrogante, es indispensable partir con la idea de que en el Perú, según la encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI, el porcentaje de estudiantes que continuó llevando clases en el 2020 se redujo de 92% a 87% respecto a los niveles de asistencia del 2019. En otros términos, más de 400 mil alumnos dejaron de asistir a clases durante el año pasado (Instituto Peruano de Economía, 2021). Por otro lado, conforme lo señala el Instituto Peruano de Economía, en el año 2020 ha habido un incremento en el número de trabajadores de entre 14 y 18 años en las zonas rurales, en el que la gran mayoría de adolescentes obtienen puestos trabajos de baja productividad como el agropecuario (IPE, 2021).
En regiones como Ancash la situación no varía, los jóvenes que no estudian ni trabajan (los llamados “ninis”) aumentó de 50,364 en 2019 a 88,884 en 2020. Un punto a tomar en cuenta es que la mayoría de ninis son mujeres (57,2%) y, por lo general, poseen un nivel de educación básico (IPE, 2021). Por otro lado, en Piura la situación con respecto a las mujeres no es diferente, pues la gran mayoría de minis también son mujeres (67,5%).
Finalmente, la Dirección de Educación Básica Especial (DEBE) identificó en agosto del 2020 a 65 525 personas con discapacidad sin acceso al sistema educativo (Ministerio de Educación, 2021). Esta realidad ha sido mucho más perjudicial para esta población en situación de vulnerabilidad al tener mayor aislamiento social, menor posibilidad de acceder a servicios de habilitación y rehabilitación; y menor asistencia personal.
En síntesis, es evidente la creciente dificultad que afrontan los estudiantes para continuar sus estudios y recibirlos adecuadamente. Es más, esta situación, desde una mirada interseccional, se agrava cuando se considera que en determinadas circunstancias se cruzan de manera simultánea e integra múltiples ejes de desigualdad y estigmatización. Por tanto, bajo un panorama general y recapitulando con la pregunta en cuestión, hay un gran porcentaje de estudiantes en el Perú que se ven privados de poder ejercer y gozar de un adecuado derecho a la educación.
2.3. El Derecho a la educación
La educación es un proceso continuo de aprendizaje, enseñanza y formación que tiene por finalidad el desarrollo integral de la persona. En ese sentido, el derecho a la educación procura generar una construcción ciudadana en los procesos políticos, sociales, económicos y culturales de la nación (Landa, 2017). Asimismo, implica el goce de otros derechos como el del trabajo, libre desarrollo de la personalidad, la libertad de empresa con el objetivo de garantizar una adecuada autonomía y plan de vida en la persona.
2.3.1. Desarrollo constitucional nacional e internacional
En ese sentido, el Tribunal Constitucional desde una interpretación sistemática de los artículos 13° y 14° de la Constitución ha señalado que el proceso educativo cuenta con tres fines constitucionales. El primero es el de contribuir a la plena formación intelectual, moral, psicológica y física de las personas. El segundo, es que la persona pueda insertarse y desarrollarse plenamente en la sociedad para la vida y el trabajo. Por último, el desarrollar la acción solidaria en el entorno social con la finalidad de mejorar la convivencia y calidad de vida de los demás (2004).
La comunidad internacional también cuenta con pronunciamientos respecto al tema. En el año 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso Gonzales LLUY VS. Ecuador resalta y aplica la observación realizada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, quien señaló que la educación en todas sus formas y en todos sus niveles debe poder contar con cuatro características interrelacionadas: la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad (2015)
Primero, la disponibilidad implica la presencia de instituciones, personal adecuado, infraestructura, materiales suficientes, entre otros, para el adecuado ejercicio de este derecho. Segundo, la accesibilidad implica que la educación debe ser accesible a todos sin discriminación. Asimismo, resalta la importancia de que sea asequible materialmente a todos, ya sea por la implementación de centros educativos acorde a la localización geográfica o mediante plataformas digitales. Finalmente, la educación debe estar al alcance de todos de manera gradual. Tercero, la aceptabilidad implica que tanto la forma como el fondo de los programas de estudio sean pertinentes, adecuados y de buena calidad. En otras palabras, que cumplan con los criterios mínimos de una buena educación. Por último, la adaptabilidad requiere de una flexibilidad ante las necesidades de la sociedad para cubrir las necesidades de los estudiantes en distintos contextos.
2.3.2. El poder de Naruto: Dimensión institucional del Estado
El protagonista del ánime, Naruto Uzumaki, como se señaló anteriormente, contaba con un poder especial dentro de sí que en muchos casos fue utilizado para mal por otras personas. Sin embargo, con mucho entrenamiento, Naruto logró usar este poder para lograr sus objetivos que era el de convertirse en Hokage. Esta característica peculiar indudablemente nos lleva a una pregunta con respecto a la educación: ¿Con qué poder especial cuentan los estudiantes para poder lograr sus objetivos? Desde una perspectiva formal y realista diríamos tajantemente que ninguno, pero desde una mirada literaria y filosófica podríamos decir que el Estado es el nominado a marcar esa diferencia en la vida de los estudiantes.
En ese sentido, el derecho a la educación, desde una dimensión subjetiva, puede implicar que una persona pueda ejercer y gozar de la posibilidad de poder acceder al servicio educativo sin discriminación, a permanecer dentro de un proceso educativo o de recibir una educación de calidad (Landa, 2017). Pero, desde una dimensión institucional, el Estado se vuelve ese poder que marca la diferencia y puede cumplir con una serie de garantías y principios que exige el derecho a la educación. Por ejemplo, en la creación de centros educativos públicos, formular y coordinar la implementación de la política educativa en los diferentes niveles de gobierno. capacitación a los docentes, entre otros.
2.4. Avances y nuevos retos del Estado
2.4.1. Programa “Aprendo en Casa”
Ante la declaratoria del Estado de Emergencia y con el cierre de colegios, el Ministerio de Educación implementó un programa a distancia que se transmitirá mediante web, radio o tv (El Comercio, 2020). Si bien es cierto que la respuesta fue inmediata y sujeta a errores. Actualmente, se sigue manifestando las diferentes dificultades que afrontan los estudiantes para obtener una educación de calidad.
Según un informe técnico presentado por la Contraloría las dificultades para acceder a la estrategia “Aprendo en Casa”, según los estudiantes serían las fallas de internet (72%,), falta de plan de datos (58.5%), compartir equipo con otra persona (58%). En ese sentido, es indispensable una mayor presencia en torno a la disponibilidad y aceptabilidad(calidad) para el adecuado ejercicio de este derecho.
2.4.2. Alerta escuela
Es un sistema de alerta temprana que permite identificar estudiantes con riesgo de abandonar el sistema educativo. Este es un programa que permite que los directores de instituciones educativas puedan identificar a los estudiantes que requieren mayor acompañamiento para asegurar su continuidad.
En materia normativa el avance ha sido positivo, pues para el año 2021 se logró a institucionalizar su uso en las “Orientaciones para el desarrollo escolar 2021”, es más se ha llegado a incorporar como parte de las funciones de los directores de instituciones y de la UGEL (Ministerio de Educación, 2021). Es clara la importancia de un trabajo en conjunto con docentes y personal de II.EE. públicas y privadas de las distintas. No obstante, también es relevante mayor información del Estado en torno a la efectividad de estas medidas y sobre si permite garantizar una mayor accesibilidad en los estudiantes.
2.4.3. Plan “Cierre de Brecha Digital”
Este plan tiene como objetivo principal acortar las brechas digitales de acceso a dispositivos y conectividad. En ese sentido, lo que se busca es brindar infraestructura tecnológica mediante la entrega de tablets, laptops, pizarras digitales, cámaras o cualquier otro dispositivo que sirva de apoyo para la enseñanza. Asimismo, se busca brindar recursos digitales como aplicativos y softwares educativos, así como una adecuada capacitación tecnológica a los docentes (Ministerio de Educación, 2021).
En ese sentido, se ha entregado una gran cantidad de dispositivos electrónicos a muchos estudiantes. Sin embargo, esta disponibilidad no ha ido de la mano con la aceptabilidad. Pues, conforme se ha evidenciado distintos casos en que estos materiales no cuentan con la calidad esperada por los estudiantes. Según un informe de la Contraloría un 40% de los estudiantes beneficiados con el programa no utilizan los dispositivos electrónicos debido a que tienen fallas o chips sin cobertura. Este caso, no solo evidencia la poca eficacia del Estado, sino que también manifiesta la importancia que tiene la disponibilidad, aceptabilidad, accesibilidad, y adaptabilidad como características que se relacionan entre sí.
3.Conclusiones
En síntesis, se han resaltado algunos aspectos relevantes en torno al derecho a la educación en el Perú, en el que urge un rol activo del Estado para cumplir con una serie de garantías y principios del derecho a la educación. En ese sentido, es el Estado quien tiene el poder para marcar una diferencia y optimizar este derecho. Simultáneamente, se demostró que en el Perú hay un gran número estudiantes que se ven forzados por las circunstancias a dejar los estudios o a recibir educación de poca calidad.
Finalmente, ante la pregunta sobre cuántos estudiantes como Naruto hay en el Perú, solo nos queda decir que muy pocos. Pues, hay una gran mayoría que necesita del poder del Estado para garantizar su derecho a la educación y otros derechos relacionados e indispensables como la salud, el internet, alimentación, la igualdad, entre otros. Asimismo, hay muchos espacios por completar como la educación intercultural Bilingüe (EIB), la implementación de la educación sexual integral (ESI), avances en la formación educativa en los privados de la libertad, entre otros.
Referencias bibliográficas
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Gestión (2021). Sutep: tablets entregadas por el Minedu no reúnen la calidad técnica requerida. https://gestion.pe/peru/tablets-entregadas-por-el-minedu-no-reunen-la-calidad-tecnica-deseada-requerida-asegura-secretario-general-del-sutep-nndc-noticia/?ref=gesr
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Landa, C. (2017). Los Derechos Fundamentales. Fondo Editorial PUCP.
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