Escrito por Andrea Gómez, miembro de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos

El embarazo adolescente es una problemática histórica en el Perú: 13 de cada 100 adolescentes mujeres ya es madre o está embarazada.  Este indicador resulta alarmante, particularmente  en las regiones de la Amazonía, donde podemos encontrar hasta 40 de cada 100 adolescentes [1]. Aunque se ha visto reducido en un 8.3% con datos hasta el 2020 [2], ello no significa que la problemática haya perdido  vigencia.  Por el contrario, evidencia que existe una mayor difusión de temas referentes a la sexualidad y salud reproductiva y que tal información viene siendo más accesible para la adolescencia. 

Ese fue el caso del colegio San Francisco de Ucayali, el cual logró una reducción de la tasa de embarazos en adolescentes de un 80%. Esta institución logró tal hazaña mediante la implementación de programas de educación sexual integral. Ello ayudó a que los estudiantes pudieran estar más informados y tomar mejores decisiones en base a ello con respecto a su vida sexual de forma responsable.

La organización Manuela Ramos ha contribuido en este logro, ya que desde el 2014 ha venido capacitando a los profesores de la zona sobre temas y competencias relativas a la educación sexual y reproductiva. Se ha hecho llegar a los adolescentes información sobre dicho tema, y al mismo tiempo trabajar en eliminar prejuicios, tabúes y estereotipos sobre la sexualidad. Es así que se pasó de un rango entre 25 y 15 embarazos por año a 3 embarazos en el 2019. 

Cabe señalar que también se ha tenido la colaboración de padres de familia, quienes han sido capacitados e informados en el tema debido al importante papel que también desempeñan en la educación de los adolescentes. Tal como dice Llipolita Ríos, profesora del centro educativo: “La educación sexual es integral, permite integrar a familias, padres e hijos, maestros y comunidad. Mejora las relaciones interpersonales en el seno familiar” [3].

No obstante, se debe reconocer que aún queda mucho por hacer, en especial en la zona rural del Perú. Tal como señala el director ejecutivo de Salud Sexual y Reproductiva, Guillermo Atencio: 

“A pesar de esta considerable disminución se observa una brecha marcada entre el embarazo en adolescentes en zona urbana, cuyo porcentaje es de 6.9%, y la zona rural, que es de 12.4%. Esto significa que las adolescentes de la zona más alejada y rural de nuestro país se encuentran frente a situaciones de mayor vulnerabilidad que puede propiciar a su vez mayores riesgos en su salud y desarrollo personal al ser madres por embarazos no esperados durante su adolescencia” [2].

En conclusión, si bien se necesitan redoblar los esfuerzos por parte del Estado y la sociedad en general, acciones organizadas como estas están generando un impacto positivo en la erradicación de la problemática del embarazo precoz. Es por ello que se debe incentivar a que la educación sexual integral sea más difundida para que pueda beneficiar a más adolescentes, quienes no vean sus aspiraciones interrumpidas por decisiones que se tomaron sin contar con información previa de calidad.

Referencias:

[1] UNICEF (2019). Por un país sin violencia ni embarazo adolescente https://www.unicef.org/peru/articulos/por-un-pa%C3%ADs-sin-violencia-ni-embarazo-adolescente 

[2] Gobierno del Perú (2021). Minsa: Embarazo adolescente disminuyó en un 8.3% durante el 2020. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/524006-minsa-embarazo-adolescente-disminuyo-en-un-8-3-durante-el-2020/ 

[3] Manuela Ramos (12 de abril de 2022). Embarazo adolescente: Colegio de Ucayali logró reducir casos con educación sexual integral. [Archivo de Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Y5WmQHi-YGI