Emigrantes y marginados: la situación de la comunidad LGBTIQ+
Alejandra Vega Holguín - - 0 222 ViewsEscrito por Alejandra Vega, miembro de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos.
A lo largo de los años, el emigrar se ha vuelto cada vez más común en el mundo. Sea por buscar un mejor futuro, por escapar de la situación del lugar en el que uno se encuentra, por libertad, amor, temas familiares o económicos; sea la razón la que sea, emigrar no es fácil. El establecerse en un lugar desconocido, con gente nueva, culturas diferentes o hasta un idioma distinto, es un proceso difícil y, para muchos, doloroso. Más aún cuando no existe apoyo en el lugar al cual se emigra, o aquel de donde vienes.
Iñaki Markez y Mónica Póo explican que: “Emigrar es un hecho reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los motivos para dejar el país de origen son muy diversos yendo desde alejarse de la miseria hasta las ansias de libertad huyendo de la represión […] Emigrar forma parte del afrontamiento contra las desigualdades y el desequilibrio” [1]. En efecto, el emigrar demuestra de cierta manera las diferencias que, lamentablemente, existen y que no permiten que todos puedan gozar de una vida digna y que sus derechos sean plenamente tutelados.
Por otro lado, sobre la comunidad LGBTIQ+, ésta a través de la historia se ha encontrado en un contexto de vulnerabilidad pues a pesar de los progresivos cambios sociales, políticos y hasta religiosos, todavía no es aceptada en muchos espacios y, por lo tanto, hay miembros de la comunidad que se ven obligados a emigrar en busca de un lugar donde su orientación sexual u expresión de género no sean una barrera para cumplir sus sueños y vivir de manera plena.
De esta manera, en el presente artículo de opinión se comentará cuál es la situación de la comunidad LGBTIQ+ emigrante. Así, se podrá identificar y reflexionar sobre cómo es que para una persona, que de por sí ya se encuentra en un contexto de vulnerabilidad por su orientación o identidad, el tener que enfrentar también el hecho de ser emigrante.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el 2014 realizó una recopilación de información y obtuvo los siguientes resultados sobre la violencia contra personas LGBT en América: 594 personas LGBT o percibidas como tales fueron asesinadas y 770 sufrieron actos de violencia [2]. Asimismo, la Corte IDH explicó que muchos de los casos de violencia contra personas de la comunidad no fueron denunciados ya que tenían miedo a las represalias, no querían ser identificadas como LGBT y/o no confían en la policía y el sistema judicial. Esta información permite identificar lo complejo que es para las personas de la comunidad LGBTIQ+ el poder denunciar cualquier tipo de vulneración de sus derechos. Ahora, a esto añadirle el hecho de ser inmigrante, por ejemplo, en un país con altos casos de xenofobia, agrava y complica aún más la situación.
En adición, la Organización de las Naciones Unidas recientemente publicó un artículo en el cual se comenta cómo es que el colectivo LGBT se sitúa entre los migrantes más marginados y vulnerables según expertos [3]. En este se afirma que: “Cuando estas personas [emigrantes] son lesbianas, gay, bisexuales, trans y de género diverso, estos desplazamientos las colocan en una situación aún más frágil que la de otros migrantes y a menudo son discriminadas por motivos de orientación sexual e identidad de género”. También, este artículo hace referencia no solo a los migrantes LGBT que deciden emigrar por razones sociales y económicas, sino también a quienes emigran por el hecho de pertenecer a la comunidad LGBTIQ+, debido a que sufren abusos tanto físicos y psicológicos, violaciones, torturas, humillaciones y limitaciones para encontrar trabajo debido a su orientación y/o expresión de género.
Son la exclusión social, económica (por no permitirles desarrollarse de manera profesional ni conseguir trabajo), la estigmatización y la discriminación; algunas de las razones que obligan a quienes pertenecen a la comunidad LGBT a huir de sus hogares para establecerse en un espacio seguro y en el cual puedan ser aceptadas [3]. Esto, pues, es un hecho el que existen sociedades que han dejado los estereotipos y prejuicios de lado, y han entendido que una persona no debe ser discriminada por su forma de expresarse o amar. No obstante, al haber todavía quienes no entienden ni aceptan ello, todavía los derechos de las personas LGBT siguen siendo vulnerados.
En julio del 2021 se presentó el informe de Migración Internacional Calificada de Peruanas/os LGBT y en este se concluyó que, efectivamente, la mayoría de las personas LGBTQ+ peruanas migrantes recién se sintieron seguras de expresar su orientación sexual o identidad de género cuando dejaron el país, pues mientras estaban en Perú solo podían expresarse en determinados espacios [4], lo cual vulneraba su derecho a la personalidad y libre expresión. En adición, de los entrevistados en el informe, también se determinó que, pese a que muchos peruanos que han emigrado extrañan su país, no regresarían a este pues todavía no hay un marco normativo fuerte que los proteja y garantice sus derechos.
Por último, en relación al contexto peruano, también es pertinente hacer mención a la población venezolana LGBTIQ que ha emigrado al Perú ya que en repetidas ocasiones ha sido noticia el triste hecho de la xenofobia que reciben los venezolanos que residen en el país; y a esto se añade la homofobia que pueden sufrir por su orientación y/o identidad de género. Entonces, sobre esta comunidad el Instituto de Defensa Legal afirma que “Las brechas por su pertenencia a la comunidad LGTBIQ+ se suman a las que se presentan por ser migrantes o refugiados” [5]; frente a esto, si bien el Estado peruano se encuentra implementando medidas para proteger los derechos de los inmigrantes venezolanos, no necesariamente son soluciones específicas y que tomen en consideración a los inmigrantes venezolanos que, además, pertenecen a la comunidad LGBTIQ, por lo que todavía falta mucho por hacer para garantizar sus derechos en el país.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece que los derechos esenciales de todo ser humano no nacen por el hecho de ser nacional en un Estado determinado, sino que tienen fundamento los atributos de la persona humana [6]. A modo de conclusión, el presente artículo ha permitido visibilizar un poco más sobre una problemática que muchas veces es ajena a la gran mayoría pues pareciese que no afecta directamente a quienes no son ni inmigrantes o miembros de la comunidad LGBTIQ. Sin embargo, es a través del diálogo, creación de políticas relacionadas al tema, educación y un verdadero compromiso por parte de todos y todas, que poco a poco se podrá crear espacios seguros y en donde cualquiera se sienta bienvenido sin importar nada más que el simple hecho de que son personas y, por lo tanto, merecen respeto y que sus derechos sean siempre protegidos pues, en un mundo tan diverso y complejo, no es posible que todavía se siga discriminando bajo el argumento de que alguien tiene una nacionalidad distinta o su orientación sexual es “diferente”.
Referencias:
[1] Markez, I y Póo, Mónica. (2001, 27 de abril). El desafío de la emigración: integración y salud mental.
[2] Organización de los Estados Americanos. (2014). Violencia contra personas LGBTI.
http://www.oas.org/es/cidh/multimedia/2015/violencia-lgbti/registro-violencia-lgbt.html
[3] Noticias ONU. (2022, 16 de mayo). El colectivo LGBT, entre los migrantes más marginados y vulnerables, afirman expertos.
https://news.un.org/es/story/2022/05/1508852
[4] Más Igualdad Perú. (2021). Migración internacional calificada de peruanas/os LGBTQ+.
https://www.masigualdad.pe/estudio-migraci%C3%B3n-de-peruanos-lgbti
[5] Rojas, P. (2021). La población venezolana LGBTIQ+ en el Perú durante la pandemia del COVID-19. Especial: inmigración venezolana. Revista Ideele N°298.
[6] Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (1948). Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
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